Carrera académica
Su trayectoria académica se inicia con su nombramiento el 2 octubre de 1872 como auxiliar de Derecho canónico en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada.
En agosto de 1876 concurrió a una cátedra de Historia y Elementos del Derecho Civil español, común y foral, vacante en la Universidad de Oviedo.
El 24 de octubre de 1878 fue nombrado por el Rector auxiliar honorario de la misma Facultad de Derecho con cargo a la catedra de segundo curso de Notariado. En el curso siguiente, el 14 de octubre de 1879 fue nombrado, de nuevo, auxiliar honorario con cargo a la sustitución accidental de la cátedra de Derecho romano.
Mediante un Real Decreto de 16 de agosto de 1880 fue nombrado auxiliar gratuito por oposición de la citada Facultad de Derecho, tomando posesión del puesto el 25 de agosto.
Un Real Decreto de 29 de abril de 1882 le declaró con aptitud legal para ascender a catedrático supernumerario. Esta disposición era consecuencia de una solicitud presentada por el interesado el 3 de diciembre de 1881, que recibió informe favorable unánime del claustro de la Facultad de Derecho y de la Comisión de auxiliares, así como un dictamen en igual sentido del Consejo de Instrucción Pública.
El 16 de junio de 1883 solicitó al Ministerio de Fomento que declarase su derecho preferente al desempeño interino de una cátedra vacante de Notariado, dejando sin efecto los nombramientos recaídos en personas extrañas al profesorado. La petición fue desestimada.
Nombrado auxiliar retribuido el 10 diciembre 1883, para hacerse cargo de la cátedra de Historia del Derecho Español. Tomó posesión el 20 de diciembre.
En febrero de 1885 pidió ser admitido a los concursos para la provisión de las cátedras de Derecho procesal vacantes en las Universidades de Granada, Sevilla y Salamanca, las de Derecho internacional público y privado de las Universidades de Valencia, Zaragoza y Salamanca y las de Derecho político y administrativo de las Universidades de Sevilla, Valencia y Zaragoza. En mayo del mismo año solicitó las cátedras de Derecho mercantil de España y de las principales naciones de Europa y América en las Universidades de Santiago, Valencia y Salamanca. Finalmente, en febrero de 1886 pidió la cátedra de Derecho internacional público de Barcelona.
Por fin, mediante un Real Decreto de 28 diciembre 1886 fue nombrado en virtud de concurso y en atención a la propuesta elevada por el Consejo de Instrucción Pública, catedrático numerario de Derecho procesal, civil, penal, económico y administrativo y Teoría y práctica de redacción de instrumentos públicos de la Universidad de Granada. Su toma de posesión la realizó el 5 de enero de 1887.
Mediante otra Real Orden, de 28 de julio de 1892, fue encargado de la docencia de las asignaturas Teoría de los procedimientos judiciales y Práctica forense y Redacción de instrumentos públicos, cesando, por haber sido suprimida, en la de Derecho Procesal que antes desempeñaba. Tomó posesión el 9 de agosto del mismo año.
El 9 junio de 1905 le fue concedida la categoría de ascenso con la antigüedad de 30 diciembre de 1904. Esta categoría la había solicitado ya en febrero de 1896, pero a pesar de contar con un informe favorable de la Dirección General de Instrucción Pública, no había llegado a obtenerla.
Habiendo cumplido ya los setenta años, el 9 de abril de 1914 presentó una instancia solicitando la continuidad en el servicio activo de la enseñanza. La instancia iba acompañada de tres certificados médicos favorables. El 20 de noviembre de 1914 el Consejo Permanente de Instrucción Pública, en atención a los testimonios de los médicos, el Secretario la Universidad, el Consejo Universitario y el Rectorado, certificando su perfecto estado de salud y su aptitud para el ejercicio de la cátedra, emitió informe favorable a su permanencia en la misma.
Una instancia similar fue presentada por Agustín Hidalgo dos años más tarde, siendo también aprobada su continuidad después de emitir informe favorable el Consejo Permanente de Instrucción Pública.
En virtud de un decreto de 14 de junio de 1918, el Rector ordenó que se incoase su expediente de jubilación. A pesar de las alegaciones presentadas, con inclusión de diversos testimonios de profesores de la Facultad y de tres certificados médicos, acreditando su capacidad para continuar desempeñando su actividad docente, el 18 de julio de 1918 el Consejo de Instrucción Pública emitió informe, apoyando su jubilación. Frente a esta decisión, de nada sirvió la protesta elevada al Ministerio por nuestro personaje.