¿Cuáles son los principales retos legales ante la llegada de nuevos avances científicos y tecnológicos?
Creo que hay dos temas recurrentes sobre lo que más se trabaja en este campo y que tienen que ver con la privacidad y con el consentimiento. No obstante, las tecnologías convergentes nos presentan un panorama de retos que se proyectan en el corazón de la Ética y del Derecho y que afectan a los derechos humanos (cuestiones como la definición de lo humano, de la dignidad o de las relaciones sociales).
¿Qué se entiende por tecnologías convergentes?
Me refiero a la combinación de tecnologías transformativas como la nanociencia y la nanotecnología, la biotecnología, la biomedicina y la ingeniería genética, la tecnología de la información, las ciencias cognitivas… la convergencia de estas tecnologías presenta sin duda grandes retos, algunos de ellos comunes a todas.
¿Puede un robot llegar a tener los mismos derechos y obligaciones que una persona?
En principio la contestación más fácil es la del “no”. Y ello es así porque, en primer lugar, los derechos y las obligaciones son fruto de una decisión humana. Pero claro, si pensamos que los derechos y las obligaciones se tienen por poseer una serie de facultades, competencias, capacidades o sentimientos, la contestación debería ser “depende cómo sea el robot”. Aun así, siempre nos quedaría lo primero.
Si ahora un robot causa daños a una persona por su mal funcionamiento, ¿de quién es la responsabilidad?
Es difícil contestar de manera general porque todo dependerá del caso concreto. Está claro que, en línea de principio, desde un punto de vista ético, podemos pensar en tres posibles agentes morales: el creador, la empresa y el usuario. Y tenemos que utilizar la distinción entre responsabilidad directa e indirecta.
Y en el futuro, si la Inteligencia Artificial dota a los robots de cierta autonomía, ¿de quién sería la responsabilidad?
Pues dependiendo entonces del grado de autonomía que se alcanzara, la diferencia con la pregunta anterior es que aparecería un nuevo agente moral: el robot.
¿Serían viables unas leyes de la robótica como las que establece Asimov en sus novelas?
Constituyen un punto de partida pero, en la actualidad, son insuficientes e incluso cuestionadas por algunos (e incumplidas). Creo que es necesario un debate ético sobre la robótica (ya iniciado con la roboética) que se plantee su sentido y aplicación y que permita proponer algunas normas que rijan su funcionamiento, al igual que lo que está ocurriendo en el campo de la biomedicina.
Parece un campo por explorar, ¿no?
Yo animaría a la realización de estudios éticos y jurídicos sobre las llamadas tecnologías convergentes, ya que me parece que es un campo poco explorado y que nos plantea algunos de los principales retos de este siglo XXI.