Esta obra, impresa en Madrid en 1626 se sumaba a la fértil literatura política, corrientes de pensamiento aparte, que en forma de tratados, manuales y consejos analizaba lo que debía ser el buen gobierno del príncipe y lo que en la época se entendía por Razón de Estado. Los buenos consejos y fieles consejeros de príncipes los comparaba Navarrete con “el buen piloto, que ha de antever los daños y tormentas que amenazan a la nave de la República, para prevenir los remedios con tiempo. Que (como dijo el poeta Cómico) para calificar a un hombre por sabio, no sólo ha de saber lo presente sino conjeturar lo por venir”.
Entrado el siglo XVIII, un curioso manuscrito anónimo conservado en la Biblioteca Nacional de España proponía un Abecedario regio dirigido a Su Alteza, en que se pone en cada letra una virtud. De su interior se desprendía una serie de reflexiones muy al caso para tratar de comprender la necesidad de que las buenas y prontas decisiones en materia de seguridad y prevención de peligros estuviesen basadas en una base exhaustiva de conocimiento de la realidad que amenazase la estabilidad política y social. Así, “el modo de aventurar lo menos será hallarse el príncipe prevenido de noticias. Las de la Historia le harán inteligente de las virtudes y de las máximas ; las que adquirirá por las audiencias (en que procurará no ser escaso) y por los conductos secretos de su gobierno le pondrán en la mano las ocasiones de usar a su tiempo, así de las virtudes como de las máximas”.
A través de estos ejemplos históricos hemos querido ilustrar los fundamentos que presiden el marco teórico, los conceptos y las reflexiones científicas de este instituto de investigación. Su creación debe entenderse en el marco de las iniciativas agrupadas en torno al concepto de cultura de inteligencia, es decir, todas aquellas actividades que promueven la conciencia sobre la necesidad de los organismos de inteligencia y que aportan comprensión cívica sobre la realidad de su estructura, funciones y marco jurídico en el que operan para contribuir poderosamente a la seguridad y la defensa de los intereses de la sociedad a la que sirven. Este Instituto, nacido del firme compromiso de la Universidad Carlos III de Madrid y el Centro Nacional de Inteligencia por promover esta aludida cultura de inteligencia pretende consolidar un viejo proyecto conducente a hacer del estudio sobre la inteligencia una materia objeto de atención académica y científica. Para conseguirlo, las áreas prioritarias se centran en el fomento de la investigación interdisciplinar, la docencia especializada así como la producción científica en forma de publicaciones y estudios con objeto de aumentar la importante literatura especializada que en esta materia existe en nuestro país.
Este Instituto promoverá desde la Historia, las Ciencias de la Documentación, el Derecho, las Ingenierías, la Ciencia Política, la Sociología o cualquier otra disciplina científica, la mejora del conocimiento en esta materia. Los contenidos que determinen sus actividades serán periódicamente publicados en esta web que sirve de ventana y de presentación a toda la sociedad. Para concluir, sólo me resta agradecer a todos los miembros de la comunidad académica y científica el interés mostrado por las actividades que promueve el Instituto y, a la vez, dar la bienvenida a través de estas líneas a todos cuantos desde una perspectiva u otra se acerquen al apasionante mundo de la inteligencia desde sus intereses personales o intelectuales.